Casi la mitad de las jóvenes españolas no acuden nunca al ginecólogo
Un ejemplo de la necesidad del cuidado de la salud sexual es el virus del papiloma humano. Podremos evitar que éste evolucione a cáncer de cuello útero si lo detectamos a tiempo una vez contagiadas. La prueba recomendada para la detección es la citología vaginal en combinación con un método de cribado. Expertas/os en la materia calculan que la incidencia del VPH en mujeres sexualmente activas puede alcanzar el 75%, si bien no todas las cepas del virus son cancerígenas. El 90% de las mujeres infectadas lo elimina al cabo de un año. Pero el 10% restante tiene riesgos. Por supuesto que en el caso de las personas vacunadas ello no significa poder practicar sexo sin métodos anticonceptivos ya que la vacuna no protege de enfermedades de transmisión sexual.